Viaje a la India

Así encontré a Ganesha…

Hace  aproximadamente treinta años hice un viaje a la India, sin saber el idioma y conociendo muy poco de la cultura hindú…

Llegué a Nueva Delhi, su capital,  y me alojé en el  lujoso hotel Le Meridien, contraté un guía turístico para poder moverme  y conocer el país sin problemas. Su nombre era Akhill. Lo recuerdo todavía porque  le pregunte qué significa su nombre, y él me dijo que la traducción al español era “entero, completo” y nos reímos juntos.

En una de mis primeras salidas junto a Akhil, me propuso recorrer Nueva Delhi. Lo primero que le dije fue que no quería ir a los típicos lugares turísticos de la ciudad, sino que me interesaba conocer la cultura hindú de una forma más profunda, entonces, el guía me llevo por distintos lugares en la ciudad, lugares recónditos, a los que solo puede llegar quien verdaderamente conoce.

Recorrimos locales comerciales y gastronómicos, mercados y ferias. Un local captó verdaderamente mi atención: en la puerta de entrada había dos hombres con armas tipo fusiles cruzadas en el cuerpo, uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda.

Le dije a Akhill que me sorprendía mucho el hecho de que hubiera dos hombres armados en la entrada de un negocio de venta de objetos ya que recorrí varios países del mundo y nunca había visto algo similar. El guía, me aclaró que se trataba de un lugar donde vendían collares de piedras preciosas muy caras y figuras de todo tipo talladas en incienso y ébano.

Entramos al local y observé todas las  vitrinas que exhibían  collares, anillos y pendientes  con piedras preciosas de gran valor. Realmente me sentí asombrado de la gran cantidad de objetos preciosos que veía a mí alrededor. Recorrimos el local hasta que encontramos muchísimas figuras talladas en incienso, allí una en particular capturó mi atención, la de un elefantito…

Seguí recorriendo, mirando y consultándole al vendedor por distintas figuras. Él me dijo que se trataba de diferentes dioses y diosas de la cultura hindú. Adquirí unas cuantas  de ellas y antes de irme volví mi mirada sobre ese elefantito que me había resultado simpático sin saber porqué.

Le pregunte al vendedor qué era ese elefante y él me dijo:  « Él es Ganesha, el destructor de obstáculos » .

Asombrado por la respuesta, también lo compré para tenerlo conmigo, sin saber lo que significaría luego en mi vida.

Regrese al hotel y guarde  todas mis compras en la valija, ¡pero no guardé al famoso Ganesha!

Él me acompañaría durante toda la estadía en la India…